Recientemente una amiga muy muy MUY querida por su servidora me contó acerca de que la estaba pasando mal por un familiar de ella que estaba padeciendo los estragos de este virus que vino a revolcar nuestro mundo de cabeza.
Casi de manera automática se me ocurrió preguntar: “amiga, tú familiar, está vacunado?” A lo que ella me respondió “no, no lo está. Por favor no nos empieces a regañar”.
Estas palabras me dejaron helada y reflexionando mucho mucho en este día, porque aunque no me lo dijo pude sentir un “sé cuál es tu postura”, y es que he sido muy clara, muy cruda con mi postura pro-vacunación, sin embargo, me preocupa mucho que mi postura pueda subleerse como una postura anti humanista.
Prácticamente el 99.99% de los que trabajamos en sector salud estamos A FAVOR de la vacunación, sin embargo siguen llegando a nuestros consultorios, centros de salud y hospitales pacientes no vacunados, y no importando eso les atendemos igual, una vida es una vida, una vida que cambiemos, una vida que salvemos, es UNA VIDA, no nos importa su carnet de vacunación, es más fácil que te lo pida el cine o el casino que nosotros.
Estoy a favor de la vacunación? SI, SIEMPRE. Pero tú qué estás en mi vida, tú qué lees esto, me importas, vacunado o no, te respeto, vacunado o no, te amo, vacunado o no, y jamás quiero por ningún momento que puedas pensar que si mi postura es diferente a la tuya eso cambia mi empatía, o mis sentimientos hacia ti, para nada. Dios en su perfecta sabiduría nos hizo diversos en pensamientos, y eso no nos hace mejor a unos que a otros. Solo nos hace diferentes, y debemos ser capaces de ver a Dios en cada una de las personas que son parte de esa creación.
Mi formación académica siempre me ha llevado a creer que la ciencia es lo más cercano a LA VERDAD, pero eso es relativo, muy relativo, hace 50 años se pensaba que solo se podía tratar la esquizofrenia con aislamiento y choques eléctricos, o que darle leche de fórmula a los niños era mejor que la lactancia. Hoy sabemos que no es así. La ciencia estaba mal, y mañana tal vez descubramos muchas cosas que hoy se consideran una verdad, resulten ser equivocadas. Todos podemos tener una postura, TÚ PUEDES TENER UNA POSTURA U OPINIÓN DIFERENTE A LA MÍA, y eso solo me hará descubrir que somos diferentes, pero jamás dejar de empatizar contigo, jamás dejar de ver por ti si me necesitas, jamás dejar de amarte, porque Dios ha sido tan bueno conmigo por darme personas hermosas a mi lado, porque como no tuve hermanos, solo tengo a mis amigos, tíos y primos, y vacunados o no, les amo por igual.
A ti que lees esto, Gracias por ser parte de mi vida, gracias por abrir mi mente, mi espíritu, mi corazón a cosas diferentes siempre, gracias porque con cada cosa qué haces, dices, y compartimos, das forma a mi carácter, me retas, me pones a prueba y me ENSEÑAS a ser mejor en cada uno de los aspectos de mi vida y te pido una sincera DISCULPA si mi manera de pensar te hizo creer en algún momento que eso dictaría mi amor, mi cariño, mi admiración o mi profundo respeto hacia ti o tu familia, porque tu decisión de vacunarte o no, no determina ni tú valor, ni tu legado. Ahora bien, si tú me ves como alguien profesional en quien se puede confiar, te sigo pidiendo con todo mi amor y mi respeto que por favor te vacunes
“Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da generosamente a todos sin menospreciar a nadie” -Santiago 1:5
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